miércoles, 25 de octubre de 2017

¿Será suficiente?

Un día más, un día menos....
Otra tarde de ocio...
Mañana se lo diré, mañana lo haré....
La próxima vez, mejor...
Así el tiempo pasó, y junto a él lo hice yo. Pasó esa necesidad de hacerlo, pasó esa próxima vez.
El tiempo me arrastraba, era cruel e indiferente, a veces me hacía sentir seguro y confiado, otras caía en desesperación y ansiedad. Mi vida se convirtío en dar vueltas frente a un reloj que no indicaba la hora, sinceramente no sabía que indicaba.
¿Acaso el tiempo avanzaba o simplemente era una cuenta regresiva? Mi vida pasaba y con ella objetivos rotos, sueños imposibles o mejor dicho inconclusos y varias conversaciones que nunca iniciaron ( creo que lo harían "mañana").
A pesar de sentir que tenía control, sólo era un títere del tiempo, moviéndome de acuerdo a las "horas libres" que tenía.
En algún punto, bien sabía, que ya no sería suficiente, entonces todos mis planes.... ¿Qué pasará con ellos? Me invadió el temor, y la confusión ¿qué había hecho de mi vida? ¿La he disfrutado? ¿La he desperdiciado? Me entristeció pensar así, supongo que las respuestas no eran las que yo esperaba. Eso quería decir que mi tiempo no había pasado como me hubiera gustado, sólo pasó mi existencia escondiendose entre las manecillas del reloj.
El tiempo no espera, y no es amable; avanza sin piedad.
No tengo el poder para oponerme a su cause, tampoco el control suficiente para fluir con él. 
En este momento sólamente me puedo preguntar: ¿será suficiente?


jueves, 19 de octubre de 2017

Qué buscamos, qué queremos, qué tenemos....

¿Qué es lo que buscamos en nuestras vidas? Me  lo he preguntado tantas veces y no he obtenido una respuesta clara.
Ésta va cambiando con el tiempo, como me sienta, o de acuerdo a las circunstancias en las que viva.

He vagado sin un rumbo definido buscando aquello que pudiera completar mi vida, aquello que sea motivo de que quiera seguir adelante, me he dado cuenta de que sólo he actuado como un coleccionista de experiencias, tiempo, personas, objetos y dinero...
Lo irónico  es que apenas aparte mi vista un segundo, todo desaparece en un instante, recordando asi lo frágil y efímero que es cada momento.

Entonces, buscar algo que atesorar tiene un riesgo; nada es para siempre...
Tal vez es por eso que nos da miedo el tener algo muy querido que podamos perder, tal vez es por eso que nos aferramos perdidamente en aquello que parece imposible, ya que, al no tenerlo del todo y seguir alimentando esa esperanza de alcanzarlo, se mantiene viva la ilusión, sintiendose tan real.
 ¿Será incorrecto buscar algo que no durará para siempre?

¿Qué nos queda?
Experiencias, memorias que terminen por hacernos olvidar de la realidad en la que vivimos, aunque sea mentira.
El día a día tal vez sea superado por la ilusión y la seguridad de que encontraremos algo si seguimos avanzando.
Algo incierto, inexplicable y fugaz, pero aun así lo aceptamos, nos secamos las lágrimas, alzamos la mirada y damos otro paso... avanzamos sin darnos cuenta que el horizonte es inalcanzable, y mantenemos la tenacidad porque queremos llenar nuestras vidas.

Y cuando encontremos ese "algo" nos daremos cuenta de que estamos en ese punto en el que tenemos todo y a la vez nada.




martes, 8 de agosto de 2017

Si pudiera verse...

¿Te has preguntado qué pasaría si además de sentir, también pudieramos ver el dolor?
¿Crees que algo cambiaría?
Cada quien soporta un dolor diferente, un dolor que es invisible ante los demás y sólo quien lo experimenta puede describirlo.
Gracias a esto se pueden encontrar frecuentemente personas que prefieren soportarlo en soledad, o por otra parte, aquellas que prefieren exagerarlo para encontrar algún tipo de apoyo.
No es fácil expresarlo, y aún así hacemos el intento porque el dolor poco a poco nos va rompiendo, sin importar a que se deba, llega un punto en el que no podemos más y rompenos en llanto, con la mente nublada y un corazón roto. Esperamos algo que haga cambiar nuestra situación porque en ese momento, hemos perdido ante aquello que nos acongojaba y no podemos seguir siendo "fuertes". Pero nadie lo nota, ante los ojos de los demás, no merece tanta importancia, sólo es llamar la atención, y las lágrimas pueden esperar.
Y terminamos por abrazar en soledad a ese corazón roto que quedó, por tomar un poco de aire para aclarar la mente y contener la lágrimas para que nadie note nuestra tristeza, porque la vida sigue y no importa que tan deshechos vayamos por dentro, tenemos que seguir cumpliendo nuestros roles a toda costa.
Por eso vuelvo a insistir ¿te has preguntado que pasaría si además de sentir, pudieramos ver el dolor?
¿Serías más comprensivo con las personas a tu alrededor?
¿Te perdonarías con mayor facilidad a ti mismo?
Y sí, solo es imaginación mia...
Aunque el dolor no pueda verse, puedes ver a las demás personas y eso, es más que suficiente.

jueves, 3 de agosto de 2017

Para recordarte aunque ya no estés a mi lado...

Hoy un gran dolor invade mi alma, porque te perdí, no, mejor dicho has tenido que partir...
Y es que junto a ti se fue esa parte que te entregué, esa parte que vi florecer hermosamente en ti, y ahora, he quedado incompleto.
Aunque realmente me avergüenza decir que lo que más me acongoja es esa parte que tú dejaste en mi, aquella que no supe hacer florecer, tal vez, si hubiera hablado más contigo, si te hubiera abrazado más, si te hubiera dicho cuanto te amaba ahora ya lo habría hecho, pero no fue así....
No me queda más que juntar todos tus consejos, esforzarme por recordar la calidez de tus brazos y la suavidad de tus palabras, y revivir cada experiencia que pasamos juntos; será más difícil de esta forma y tomará tiempo, pero, poco a poco haré crecer y florecer esa parte de ti que llevo en mí, que me entregaste a lo largo de nuestras convivencias, lo haré, para no olvidarte jamás.

jueves, 25 de mayo de 2017

Carta a un amor no correspondido que aún vive

Hola, sé que no debería escribirte esto, no a estas alturas...

Pero si no lo hago, no encontraré paz conmigo mismo porque de algún modo he de expresar lo que me haces sentir. 

Parece tonto, lo sé, pero no ha pasado un día en el que no me imagine una vida a tu lado. Sinceramente nunca deseé tenerte este afecto, no esperaba que te volvieras tan importante para mi, y cada día que pasaba a tu lado se reforzaba ese aprecio, te veía más linda, más graciosa, más alegre, cada defecto en ti me parecía mas tierno, en fin, te estabas volviendo la ilusión que creía perfecta. 
Irónicamente esa "ilusión" se hacía cada vez más característica puesto que de la forma más bella y dulce que pudiste encontrar, me recordabas una y otra vez que mi amor no sería correspondido. Jamás pusiste una barrera entre nosotros, ni cambiaste tu actitud, no fuiste indiferente a lo que sentía; pero en esto del amor nosotros no elegimos, y mi amor no puede llegar a ti. Y sé que esperas que yo lo entienda, pero decidí guardar mis sentimientos hacía ti, y abrazar la lluvia de dolor que eso conllevaría. 
Ahora sé que no se cumplirá mi sueño de una vida a tu lado, lo único que me queda es aceptar que en nuestra relación el amor no intervendrá, sino una amistad que hemos decidido cultivar, tú por no perderme y yo, por no perderte.  Gracioso ¿no lo crees?
Así, he sido buen actor fingiendo que no espero nada entre nosotros dos, que me hace feliz saber que te gusta alguien, que no me duele cuando te veo abrazarlo o besarlo, entiendo  que yo no puedo intentarlo, no otra vez. Sin embargo, bien sabes tú, que si me lo pides estaré para ti en todo momento, que mi amor no correspondido sigue vivo, esperando a que lo aceptes.
Pero no me mal interpretes, estoy seguro de que haré mi vida aún si no eres mi destino, porque aún cuando mis sentimientos por ti no han cambiado del todo, éstos han disminuido. Si, llega un momento en el que ya no duele tanto, y sé que llegará el punto en el que pueda encontrar a alguien que me haga sentir lo mismo que tú, e incluso más. Alguien que esté dispuesta a aceptar mi amor, y hacer de él un amor correspondido. 

Atte.
Quien deseó llegar a ti

martes, 16 de mayo de 2017

Imaginé momentos increíbles, de hecho llegue a realizar varios planes para alcanzarlos. Por mucho tiempo creí que no importaba lo dificil que pareciera una situación, siempre habría un plan B, otra alternativa, un atajo...
Sin embargo, utilicé todas las letras del alfabeto, y no pude alcanzar aquello que imaginé. Aprendí mucho y la experiencia que reuní bien me ha servido para muchas otras situaciones, no obstante, aquello que quise no se hizo realidad.
Esta bien, nada ha cambiado, y puedo decir que he cambiado para bien. Pero aún me queda una duda:
¿Los sueños se hacen realidad?
No lo sé, ¿ustedes que opinan?
Luche contra la negatividad mucho tiempo, y me dije a mi mismo que todo era cuestión de actitud, de perspectiva, y que si modificaba aquello seguro sabría como salir adelante. Así lo hice, y en efecto, salí adelante y conseguí mucho más de lo que esperaba, sin embargo, no fue mi sueño. Tal vez se pregunten: ¿cómo es eso posible? No sé como convencerlos, pero así fue.
Obtuve experiencias que para nada esperaba.
Y lo admito por un momento creí que eso me bastaría, aunque no fue así. Y volví a intentarlo, tantas veces hasta que mi espíritu se rindió.
Ahora, estoy aceptando, o quizá resignándome a la realidad en la que vivo, la realidad que no podré modificar haga lo que haga y que aun con el pesar que conlleva, debería dejar de forzar algo que no sucederá.
Si, no podría modificar al mundo, lo único que me queda entonces es vivir en él mundo como sólo yo se hacerlo.

jueves, 11 de mayo de 2017

No quiero más consejos, simplemente quiero un abrazo

Dicen que después de la tormenta viene la calma, pero no la he encontrado.
Dicen que no hay mal que dure mil años, ni cuerpo que lo aguante; pero no sé si ya me acostumbré a ello
Dicen que a mal paso darle prisa, y sólo me desesperé.
Dicen que deberías intentarlo una vez más antes de rendirte; pero tiré la toalla sin darme cuenta.
Como estos hay muchas frases, miles de personas las probaron en carne propia y les resultó.
Pero no es mi historia, y no, no es porque sea delicado, o demasiado exigente.
Se que nada dura para siempre, y que esos momentos de adversidad pasarán en algún momento.
Lo único que necesito, es calmar mis emociones...
Mi ansiedad no entiende que este mal no es el peor del mundo.
Mi frustración está cegada y no ve otras alternativas.
Mi felicidad tiene miedo y prefiere esconderse detrás de mi tristeza.
Mis ilusiones, decepcionadas no entienden cómo funciona la realidad.
Mi coraje, piensa que no vale la pena.
Mi paciencia ha decidido marcharse, pues la desesperación tomó su lugar.
¿Cómo explicarles que todo saldrá bien? ¿Cómo garantizar que no se volverá a repetir?
Mis emociones no entienden palabras, no comprenden los hechos. Simplemente florecen o estallan.
Así que no necesito argumentos lógicos que terminen siendo ignorados, simplemente necesito que alguien esté ahí.
Eso mismo, aun si no puede hacer mucho, si no puede hacer nada, incluso si no dice una sola palabra... Sólo espero que le muestre compasión a mis ya heridos sentimientos, una palmada en la espalda, o quizás un abrazo.
Si, eso podría calmar el caos que llevo dentro, y una vez así, creéme que la solución la encontraré.

Todos hemos tenido esos días en los que los "consejos" de todo el mundo parecen poco, aun cuando son dados de corazón. 
Y es que precisamente, a veces las personas más que un consejo, necesitamos apoyo emocional. Esa clase de apoyo que es incondicional e indeferente al problema, ya sea uno muy severo o el mas insignificante, el saber que cuentas con alguien, que está ahí para animarte, comprenderte o simplemente escucharte, puede ser suficiente para intentarlo de nuevo. 

miércoles, 15 de marzo de 2017

Supongo que es tiempo de partir....

¿Sabes? Hubo tantas veces en las que me mostraste de la manera más honesta posible, que no me corresponderías y aun así, lo intenté otra vez.
Sé que me equivoqué, que no debí abrirte mi corazón y darte la poca esperanza que quedaba en él; se que era imbécil por mentirme a mí mismo una y otra vez, creyendo que encontraría algún modo de hacer que te enamoraras de mí, pero no fue así.
El tiempo pasó, y tú hiciste tu vida, encontraste a una persona que supo llenarte con todas esas emociones que yo no pude hacer florecer en ti.
Entonces me pregunté: ¿Qué hago ahora?
No tenía sentido, tú no aceptarías mis sentimientos, por mas veces que te los entregara, pensarías que son insignificantes. Ya lo habías hecho, y tal vez, desde un principio fue así.
Lo más triste es que hay tantas cosas que nunca te dije, que serían sólo para ti, y ahora no tienen a dónde ir, no tienen dueño. Lo mas doloroso será verte feliz entre los brazos de esa persona, ver que supo cómo devolverle la luz a tus ojos y como ambos se complementan perfectamente.
Entiendo que es mi tiempo de partir, no quiero entrometerme más en tu vida, aunque siendo sincero no quiero lastimar aun más a mi corazón. Espero que en esta partida, encuentre la fuerza suficiente, para no dejarte atrás y saber qué me falto para llegar a ti; espero encontrar motivos  suficientes para seguir sonriendo, aun cuando se acerquen tormentas; espero que al final de todo, aun cuando se acumulen los años, pueda encontrar a alguien que sepa cuidar de mi corazón, ya que es frágil y no puedo cambiarlo.


¿En qué momento decir adiós? Nadie quiere saberlo, o al menos, no en primera instancia. Sin embargo, la realidad es que llegan momentos en los cuales no queda de otra, esto no es por la otra persona, es por ti. 
No puedes quedarte estancado en un lugar, que no permite que des lo mejor de ti, o bien, que no aprovecha lo mejor de ti. Te dolerá, y probablemente sufrirás un poco, o un mucho; pero aprenderás a dónde quieres llegar.
Aún si tienes que partir cientos de veces, llegará el momento en el que encuentres tu meta, y una vez ahí, no tendrás motivos para irte. 

sábado, 4 de marzo de 2017

Porque soy más débil de lo que creo...

Mi sonrisa es frágil, no sé cuánto más pueda fingirla.
Mi fortaleza aparente, es mentira, es fácil destruirla.
Mi miedo pisoteó mi determinación, he perdido el deseo de seguir.
Mis oídos se cansaron de tantas palabras desalentadoras, vacías, de mi propia voz y se volvieron sordos.
Mi cobardía tomó el control, mis razones y mis deseos no fueron suficientes para dar un paso más.
Me detuve en el lugar perfecto, temeroso, nervioso, triste y resignado me limité a ver cómo mi mundo se derrumbaba, poco a poco, y cada fragmento, por pequeño que fuese, generaba gran impacto en mi. Cuando terminó todo, no encontré nada, ni a nadie, estaba yo únicamente parado en medio de un entorno que ya no tenía sentido para mi.
Era débil, no podía soportarlo, quize gritar pero callé, quize llorar pero cerré mis ojos, quize salir corriendo pero caí sobre mis rodillas. En ese momento, me di cuenta que en realidad era más débil de lo que creía.
Me derrumbé con poco y me rendí sin nada. ¿Qué estaba esperando en medio de aquel caótico lugar? Sabía bien que nadie aparecería a ayudar,  y que los pedazos rotos de mi mundo no se repararían sino por mí. Lo peor era que me lamentaba en el suelo, por todo lo que me faltaba y por todo lo que perdí, ¿qué mas daba? No quería volver a fingir una sonrisa cuando lo que realmente quería era soltar mi llanto, ni quería aparentar que nada me afectaba cuando en realidad quería escuchar: "tú puedes, esfuérzate". Tal vez era patético e infantil, pero era lo que necesitaba en ese entonces.
Estuve a punto de resignarme, cerrar mis ojos y que pasara lo que tuviera que pasar... Pero cerca de mí, había un pequeño fragmento del tamaño de una canica, estaba brillando. Al tomarlo entre mis manos, recordé lo que más me importaba en la vida y reflexioné lo mucho que me dolería si no hacía nada por ello. Si, incluso aunque me rindiera y evitara más sufrimiento no sería feliz.
Abracé ese pequeño pedazo de mi, con todos mis miedos, con toda mi tristeza, con toda mi decepción, mi desilusión e incluso con toda mi soledad; en fin, lo abracé con toda mi debilidad y supe de inmediato lo frágil que era, y aun así sobrevivió cuando mi mundo colapsó.
Ese pequeño fragmento lo cuidaré con todo mi ser, no porque sea fuerte, sino porque soy débil.

Desde siempre se ha pensado que ante las adversidades de la vida hay que ser fuerte,  o que ante cualquier fracaso hay que superarlo y seguir adelante. Eso está bien, el mundo seguirá girando independientemente de lo que te suceda. 
Pero ¿y si quiero llorar o pedir ayuda porque la carga que llevo es demasiado pesada? ¿Es un error reconocer que soy más débil de lo que creo? No es un error, muchas veces es posible que necesitemos de un tiempo para ser débiles,  y entonces llorar, pedir ayuda, tomar un descanso; gracias a ello podemos tomar el aliento que nos faltaba para seguir adelante, el "vuelo" para correr más rápido. 

jueves, 2 de marzo de 2017

Mundo sin color


Hoy por fin, te diré las palabras que no me atrevía a decirte, aun cuando me sea doloroso hacerlo. 
Todas esas veces que estuve ahí para ti, lo hice gustoso, créeme no me costo nada. 
Cada momento que compartí contigo, por más mínimo que haya sido, te aseguro lo recordaré con una sonrisa. 
Cada silencio incómodo que en ocasiones llegamos a experimentar, sólo mostraban lo mucho que pensaba en qué poder decirte, para que te interesaras en mi. Aún así, te soy honesto, no me importaban porque estaba a tu lado.
Cada vez que iniciaba una conversación contigo, me alegraba tanto, creía  que nos conocíamos un poco más gracias a ello. 
Sin embargo, pasaron días y  tu "Hola ¿cómo estás?" jamás me llegó. Noté que sólo yo mostraba interés, me cuestioné una y otra vez, si debía hablarte, o si estaba forzandote a sentir algo que no serías capaz de sentir. ¿Sabes? Pensar en ello era doloroso, prefería ignorarlo y creer inútilmente que podría lograr acercarme a ti. 
Entonces, mis esfuerzos aumentaron y nada cambió, seguía esperando ese "Hola", quería saber si me tenías el estima suficiente para ser parte de tu vida, tan sólo eso, pero creo que no fue así.
Sinceramente, no supe en que momento únicamente pensaba en hablar contigo, en que momento empecé a cargar con tus problemas haciendo a un lado los mios, de hecho no supe en que momento, mi mundo perdió el color.
Me estaba haciendo daño, había olvidado lo que significaba mi vida por querer entrar en la tuya. 
Es doloroso aceptarlo y superar la desilusión no es fácil, pero es necesario. 
Hoy quiero decirte que tomaré mi camino, aún cuando no estés en el. 
Ahora, aún si hay lágrimas en mis ojos, seguiré adelante. Quiero devolverle al mundo el color que había perdido, con lo que tengo ahora y con lo que puedo hacer, así, pintaré uno que sea perfecto para mí.


Pinta a tu mundo con aquellos colores que creas que le darán sentido, manten ese peculiar brillo que hace de ti un ser tan maravilloso y especial. Encontrarás muchas personas que se sientan atraídas por tu luz. Podrías ser la estrella de alguien o incluso su Sol, no cambies por quienes no supieron apreciarlo.

lunes, 27 de febrero de 2017

Momentos....


Habrá momentos en los que tengas que fingir una sonrisa, habrá otros en los que sonrías de todo corazón mostrando aquella luz que te caracteriza.
Habrá momentos inolvidables, llenos de experiencias que seguramente serán un tesoro invaluable para ti, habrá otros que querrás olvidar, y no cargar con ellos ni un sólo día.
Habrá momentos en los que tendrás que avanzar sólo en tu camino, creciendo y superando obstáculos por tu cuenta, habrá otros en los que estarás rodeado de personas, avanzando  juntos por un bien común.
Habrá momentos en los que la vida parezca demasiado difícil y no encuentres motivación alguna para seguir adelante, momentos en los que cuestionas tus ideales, sueños e inclusive tu propia existencia. Otros momentos sin razón alguna, darás gracias por estar vivo, así de simple.
Momentos en los que van y vienen experiencias, emociones, personas y lugares. Algunos durarán tan poco, tanto que darías todo lo que tienes por volver a ese momento, aunque sea tan breve; también están aquellos que persisten por varios días, meses, incluso años, tanto que desearías terminaran con un parpadeo.
Si, la vida se construye por todos y cada uno de los momentos que vivimos. Felices, tristes, aquella vez que deseaste rendirte, o como cuando te dejaste llevar sin importante que pudiera pasar, ¿quién podría olvidar cuando se enamoró perdidamente? o cuando se perdió en la calidez de aquellos brazos.
Y tú ¿qué momento es el que atesoras? ¿Tienes alguno que desearías cambiar?