jueves, 25 de mayo de 2017

Carta a un amor no correspondido que aún vive

Hola, sé que no debería escribirte esto, no a estas alturas...

Pero si no lo hago, no encontraré paz conmigo mismo porque de algún modo he de expresar lo que me haces sentir. 

Parece tonto, lo sé, pero no ha pasado un día en el que no me imagine una vida a tu lado. Sinceramente nunca deseé tenerte este afecto, no esperaba que te volvieras tan importante para mi, y cada día que pasaba a tu lado se reforzaba ese aprecio, te veía más linda, más graciosa, más alegre, cada defecto en ti me parecía mas tierno, en fin, te estabas volviendo la ilusión que creía perfecta. 
Irónicamente esa "ilusión" se hacía cada vez más característica puesto que de la forma más bella y dulce que pudiste encontrar, me recordabas una y otra vez que mi amor no sería correspondido. Jamás pusiste una barrera entre nosotros, ni cambiaste tu actitud, no fuiste indiferente a lo que sentía; pero en esto del amor nosotros no elegimos, y mi amor no puede llegar a ti. Y sé que esperas que yo lo entienda, pero decidí guardar mis sentimientos hacía ti, y abrazar la lluvia de dolor que eso conllevaría. 
Ahora sé que no se cumplirá mi sueño de una vida a tu lado, lo único que me queda es aceptar que en nuestra relación el amor no intervendrá, sino una amistad que hemos decidido cultivar, tú por no perderme y yo, por no perderte.  Gracioso ¿no lo crees?
Así, he sido buen actor fingiendo que no espero nada entre nosotros dos, que me hace feliz saber que te gusta alguien, que no me duele cuando te veo abrazarlo o besarlo, entiendo  que yo no puedo intentarlo, no otra vez. Sin embargo, bien sabes tú, que si me lo pides estaré para ti en todo momento, que mi amor no correspondido sigue vivo, esperando a que lo aceptes.
Pero no me mal interpretes, estoy seguro de que haré mi vida aún si no eres mi destino, porque aún cuando mis sentimientos por ti no han cambiado del todo, éstos han disminuido. Si, llega un momento en el que ya no duele tanto, y sé que llegará el punto en el que pueda encontrar a alguien que me haga sentir lo mismo que tú, e incluso más. Alguien que esté dispuesta a aceptar mi amor, y hacer de él un amor correspondido. 

Atte.
Quien deseó llegar a ti

martes, 16 de mayo de 2017

Imaginé momentos increíbles, de hecho llegue a realizar varios planes para alcanzarlos. Por mucho tiempo creí que no importaba lo dificil que pareciera una situación, siempre habría un plan B, otra alternativa, un atajo...
Sin embargo, utilicé todas las letras del alfabeto, y no pude alcanzar aquello que imaginé. Aprendí mucho y la experiencia que reuní bien me ha servido para muchas otras situaciones, no obstante, aquello que quise no se hizo realidad.
Esta bien, nada ha cambiado, y puedo decir que he cambiado para bien. Pero aún me queda una duda:
¿Los sueños se hacen realidad?
No lo sé, ¿ustedes que opinan?
Luche contra la negatividad mucho tiempo, y me dije a mi mismo que todo era cuestión de actitud, de perspectiva, y que si modificaba aquello seguro sabría como salir adelante. Así lo hice, y en efecto, salí adelante y conseguí mucho más de lo que esperaba, sin embargo, no fue mi sueño. Tal vez se pregunten: ¿cómo es eso posible? No sé como convencerlos, pero así fue.
Obtuve experiencias que para nada esperaba.
Y lo admito por un momento creí que eso me bastaría, aunque no fue así. Y volví a intentarlo, tantas veces hasta que mi espíritu se rindió.
Ahora, estoy aceptando, o quizá resignándome a la realidad en la que vivo, la realidad que no podré modificar haga lo que haga y que aun con el pesar que conlleva, debería dejar de forzar algo que no sucederá.
Si, no podría modificar al mundo, lo único que me queda entonces es vivir en él mundo como sólo yo se hacerlo.

jueves, 11 de mayo de 2017

No quiero más consejos, simplemente quiero un abrazo

Dicen que después de la tormenta viene la calma, pero no la he encontrado.
Dicen que no hay mal que dure mil años, ni cuerpo que lo aguante; pero no sé si ya me acostumbré a ello
Dicen que a mal paso darle prisa, y sólo me desesperé.
Dicen que deberías intentarlo una vez más antes de rendirte; pero tiré la toalla sin darme cuenta.
Como estos hay muchas frases, miles de personas las probaron en carne propia y les resultó.
Pero no es mi historia, y no, no es porque sea delicado, o demasiado exigente.
Se que nada dura para siempre, y que esos momentos de adversidad pasarán en algún momento.
Lo único que necesito, es calmar mis emociones...
Mi ansiedad no entiende que este mal no es el peor del mundo.
Mi frustración está cegada y no ve otras alternativas.
Mi felicidad tiene miedo y prefiere esconderse detrás de mi tristeza.
Mis ilusiones, decepcionadas no entienden cómo funciona la realidad.
Mi coraje, piensa que no vale la pena.
Mi paciencia ha decidido marcharse, pues la desesperación tomó su lugar.
¿Cómo explicarles que todo saldrá bien? ¿Cómo garantizar que no se volverá a repetir?
Mis emociones no entienden palabras, no comprenden los hechos. Simplemente florecen o estallan.
Así que no necesito argumentos lógicos que terminen siendo ignorados, simplemente necesito que alguien esté ahí.
Eso mismo, aun si no puede hacer mucho, si no puede hacer nada, incluso si no dice una sola palabra... Sólo espero que le muestre compasión a mis ya heridos sentimientos, una palmada en la espalda, o quizás un abrazo.
Si, eso podría calmar el caos que llevo dentro, y una vez así, creéme que la solución la encontraré.

Todos hemos tenido esos días en los que los "consejos" de todo el mundo parecen poco, aun cuando son dados de corazón. 
Y es que precisamente, a veces las personas más que un consejo, necesitamos apoyo emocional. Esa clase de apoyo que es incondicional e indeferente al problema, ya sea uno muy severo o el mas insignificante, el saber que cuentas con alguien, que está ahí para animarte, comprenderte o simplemente escucharte, puede ser suficiente para intentarlo de nuevo.