martes, 8 de agosto de 2017

Si pudiera verse...

¿Te has preguntado qué pasaría si además de sentir, también pudieramos ver el dolor?
¿Crees que algo cambiaría?
Cada quien soporta un dolor diferente, un dolor que es invisible ante los demás y sólo quien lo experimenta puede describirlo.
Gracias a esto se pueden encontrar frecuentemente personas que prefieren soportarlo en soledad, o por otra parte, aquellas que prefieren exagerarlo para encontrar algún tipo de apoyo.
No es fácil expresarlo, y aún así hacemos el intento porque el dolor poco a poco nos va rompiendo, sin importar a que se deba, llega un punto en el que no podemos más y rompenos en llanto, con la mente nublada y un corazón roto. Esperamos algo que haga cambiar nuestra situación porque en ese momento, hemos perdido ante aquello que nos acongojaba y no podemos seguir siendo "fuertes". Pero nadie lo nota, ante los ojos de los demás, no merece tanta importancia, sólo es llamar la atención, y las lágrimas pueden esperar.
Y terminamos por abrazar en soledad a ese corazón roto que quedó, por tomar un poco de aire para aclarar la mente y contener la lágrimas para que nadie note nuestra tristeza, porque la vida sigue y no importa que tan deshechos vayamos por dentro, tenemos que seguir cumpliendo nuestros roles a toda costa.
Por eso vuelvo a insistir ¿te has preguntado que pasaría si además de sentir, pudieramos ver el dolor?
¿Serías más comprensivo con las personas a tu alrededor?
¿Te perdonarías con mayor facilidad a ti mismo?
Y sí, solo es imaginación mia...
Aunque el dolor no pueda verse, puedes ver a las demás personas y eso, es más que suficiente.

jueves, 3 de agosto de 2017

Para recordarte aunque ya no estés a mi lado...

Hoy un gran dolor invade mi alma, porque te perdí, no, mejor dicho has tenido que partir...
Y es que junto a ti se fue esa parte que te entregué, esa parte que vi florecer hermosamente en ti, y ahora, he quedado incompleto.
Aunque realmente me avergüenza decir que lo que más me acongoja es esa parte que tú dejaste en mi, aquella que no supe hacer florecer, tal vez, si hubiera hablado más contigo, si te hubiera abrazado más, si te hubiera dicho cuanto te amaba ahora ya lo habría hecho, pero no fue así....
No me queda más que juntar todos tus consejos, esforzarme por recordar la calidez de tus brazos y la suavidad de tus palabras, y revivir cada experiencia que pasamos juntos; será más difícil de esta forma y tomará tiempo, pero, poco a poco haré crecer y florecer esa parte de ti que llevo en mí, que me entregaste a lo largo de nuestras convivencias, lo haré, para no olvidarte jamás.